Los paneles solares están formados por diversos componentes, cada uno de ellos con una función determinada:
Cubierta de vidrio: vidrio templado y antireflectante con cualidades de transmisión de luz a más de 90%. Esta cubierta reduce significativamente el reflejo, de manera que entra más luz en la célula solar, lo que implica mayor conversión en electricidad.
Láminas de Plexiglás: láminas de vidrio polimerizado con resinas y compuestos acrílicos. Tiene propiedades mecánicas de gran estabilidad a los agentes atmosféricos y químicos.
Marco de acero inoxidable: asegura la integridad del conjunto uniendo todas las piezas.
Células solares: se colocan en filas y columnas, por grupos cuya cantidad varía ampliamente por la naturaleza y el objetivo de energía a conseguir, son fabricadas con un material conductor eléctrico que abunda en la corteza terrestre conocido como silicio.
Plancha Base: sobre la cual descansan las células pegadas con silicona que a su vez es un perfecto sellador para evitar el ingreso de agua o partículas de polvo.
Caja de terminales: va asegurada en la parte posterior del panel y cuenta con salidas para la conexión del panel con otros paneles formando una batería, con el regulador o directo de consumo.
Diodos de Protección: son los protectores de los paneles porque aseguran que el flujo de corriente eléctrica se dirija sólo en una dirección.